jueves, 5 de marzo de 2009

PERO ES QUE TE VEO... (entrada antigua)

Ha llegado el día…cuando aún quedan años para que llegue. Este es el momento, aunque el momento se hará esperar… Pero es que lo siento como si fuera ahora mismo… Lo noto… Respiro nervios, siento el jadear incesante de su dolor. Oigo el chirrido de unas ruedas, noto unas manos maternas apretando otras manos transmitiendo en una lección magistral, como tantas otras que le ha dado y le dará, tranquilidad y paz, aunque no pueda evitar lo contrario. Solo puedo escuchar frases como “todo irá bien…” o “respira, respira que ya viene...” Sí… yo también noto que llega.

Definitivamente ha llegado la hora… ¿o no? Pero si lo estoy viendo. Veo una sala dadora de vida, donde entra una persona… pero como por arte de la vida salen dos. Oigo gritos de dolor desesperados, sigo viendo manos entrelazadas… respiro suero, sudor, látex, agua, sangre, latidos, amor, vida… Se oye un llanto… no puedo estar soñando, esto no es un sueño. Si es que es tan real… pero tan idílico.

Llevo ya días sin dormir. Lo sigo viendo. Ayer te vi llorar, aunque en realidad no te he visto nunca, nunca he visto esa cara que es, de seguro, tan linda. Pero es que ayer te oí llorar, aunque nunca he escuchado tu pequeña voz de angelito. No te conozco aún, pero puedo imaginarte…puedo imaginar tu presencia alegrando mis días.

Te veo… pero sigo sin verte. Y aún así ya sé lo que necesitas… y más aún sé lo que te esperará cada día. Necesitarás descansar, para eso tienes preparada la cunita incomparable de un pecho, te arroparán miles de peluches de besos, te quitarán el frío hermosas mantitas de abrazos… Aunque todo esto sea una ilusión te aseguro que nada te va a faltar en la vida, ¿quién mejor que yo para prometértelo?

Ahora nos toca cuidarte. Qué menos, ¿no? Eres reliquia y símbolo del amor, arras y alianzas del cariño eterno, el único pan de la vida, el verdadero cáliz de la salvación, la común unión de todo lo nuestro. Eres el fruto bendito de dolores, caricias, pasión y sudores. Eres blasón impecable del pecado capital teñido del rojo de la vida, el rosa de la ternura, el blanco de la pureza, el azul de la libertad, el verde de la esperanza y el arco iris entero de la alegría. Yo soy el primer templario de la orden sagrada de tu vida, que es la mía… no tengo más remedio ni deber que protegerte.

Quizás no estés entendiendo ni una sola palabra de lo que te digo… o quizás seas tan irreal que ni te esté abrazando… ni me estés oyendo… ni te esté hablando…

Pero es que te veo.

Dedicado a todos los que van a ser padres en menos de 9 meses y a todos los que, como yo, sueñan algún día con serlo. Salud!

Escrito y publicado originalmente el 16 de Junio de 2008

No hay comentarios: