sábado, 20 de junio de 2009

¡Ay, la inspiración!



Queridos trípedos y bípedas, locos cuerdos, lectores y seguidores todos de mis cuerdas locuras: espero que sepan perdonar mi dejadez y mi abandono en estos últimos días, pero como saben estamos en época de exámenes y, entre una cosa y otra, no me encuentro demasiado inspirado.

Y es que, amigos, la inspiración es caprichosa. Es una transeúnte que viene y va cuando le place. Su forma de vida, totalmente nómada, es la pesadilla de poetas asalariados: unos días está contigo placenteramente y otros, sin venir a cuento, se va por donde mismo vino. El caso es que siempre tengo el hostal de mi mente abierto, con una habitación reservada por si viniera. Pero hace días que no se le ve el pelo por aquí, ni ha dado señales de vida... muy típico de ella.

Así que, amigos, perdonen (insisto) las molestias, prometo que cuando vuelva le sacaré todo el jugo posible para complaceros lo más posible. No sé cuando llegará. Saludos y diviértanse!


Un momento... están llamando a la puerta

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